Me estoy despertando, pero todavía estoy en el entresueño, con tu cuerpo desnudo y relajado a mi lado entre sábanas reburujadas.
Saboreo estos minutos de calma absoluta mientras tú lentamente también empiezas a aterrizar de los mundos de Morfeo, y sin decirme nada, empiezas a acariciarme el culo, te pones encima mío y me follas desde detrás.
Ya es de día.