Esta es la historia de Amets y Fosca, una experiencia breve pero intensa y una de las vivencias más excitantes que he tenido en mi exploración por los terrenos del sexo.

Es un post diferente, ya que los acontecimientos que narraré se desarrollaron convirtiéndome yo en usuaria del sexo de pago y no proveedora. Además fue también uno de mis primeros contactos íntimos con una persona dotada de los mismos órganos sexuales que yo, aunque no pueda decir que fuera una mujer.

Amets me mostró poseer una gran feminidad durante nuestro encuentro y unos pechos preciosos, pero eso no es suficiente para considerar mujer a alguien. Nuestra identidad sexual es algo mucho más complejo.

Amets abrió nuevas puertas en mí cuando creía que ya no me quedaban más, y se covirtió en mi pequeño maestro, una de esas personas que no se olvidan.

 

Muchas lecciones en un solo día, en un par de horas. Mucha información y sensaciones que me han costado un par de meses procesar. Por ello este también es uno de los posts a los que he dedicado más tiempo. No será un post dedicado al fenómeno transexual ni al tantra, no me siento capacitada para desarrollarlo como desearía, y prefiero centrarme en todo lo que Amets me hizo vivir. Quiero contaros detalladamente su arte y todo lo que puede acontecer con dos personas entregadas la una a la otra.

En esta experiencia me acompañaron Awol y Alicia, a quienes también dedico con muchísimo cariño este post.

 

 

Todo empezó cuando Sheila me contó su experiencia en Tantra Secret*.

En medio de una conversa sobre el tema de mi florecimiento bisexual, ella me confesó que también había sido sorprendida con un primer enamoramiento hacia una mujer. Una mujer que no era una mujer, me decía Sheila con los esquemas totalmente en tambaleo, un trans masculino. “¿Un qué?¿Hay trans femeninos y masculinos?”-pensé de primeras-. Y me carcomió la rabia por mi desinformación de segundas.

Quizás era algo muy básico lo que me faltaba por saber, vuelvo a sincerarme arriesgándome a que me situéis en los peldaños más bajos de la ignorancia, pero escribo también con el objetivo de hacer sentir a los que estéis en un punto cercano al mío que no sois los únicos perdidos y desinformados.

Mi oficio de escort no solo me estaba rescatando de la ruina sino de la ignorancia, pues el día que conocí a Amets no iba a trabajar, pero todos los hilos se habían movido gracias a mi nuevo entorno laboral. Todo había sido una secuencia de acciones que se habían sucedido por haberme metido en la prostitución, fíjate tú, eso que algunos en vez de considerar un oficio consideran un defecto…

 

 

Sheila sonreía y le brillaban los ojos de una manera especial. Llevábamos unas cuantas horas juntas y su cara se había transformado claramente al empezar a hablarme de Amets. Ahí me surgió mi primer deseo de conocerle, de estar al lado de una persona tan especial y tener mi primera experiencia tantra a la vez. Tenía y tengo a Sheila en gran consideración, mi amiga antropóloga no dejaba de sorprenderme, y sus palabras me contagiaron un deseo que iba más allá del “culo veo, culo quiero”.

Y así empezó la aventura. Le conté a un buen cliente mis deseos e inmediatamente me propuso invitarme a vivir esa experiencia a su lado.

Cuando llegué a Tantra Secret le pregunté a Amets dos cosas: el significado de su nombre y la forma en que debía dirigirme a él (masculino o femenino?). Con la primera pregunta me regaló su primera sonrisa y con la segunda me propuso algo que me costó horrores, dirigirme a él en masculino.

Quise ventilarme de golpe los 37 años que he estado siguiendo las pautas cuadrículadas de esta sociedad retrógrada. Intenté borrar los falsos esquemas embutidos en mi inconsciente que decían algo así como que coño y tetas= género femenino y picha= masculino. Y evidentemente no pude reestructurarlo todo ipso facto, pero empecé mi camino hacia ese necesario cambio de mentalidad.

Amets quiere decir estrella en vasco y el poseedor de tan bonito nombre hizo un gran esfuerzo por estar allí el día en que recibí su masaje tantra; se ve que tuvo que salir corriendo de donde estuviera tras recibir la llamada de su jefa, conocida mía con quién hablé para pedirle tal favor.  Así que mientras esperabamos a Awol, con quien iba a recibir el masaje de pareja, le agradecí ese esfuerzo que había hecho. En estos primeros momentos de contacto me atrajo su forma de estar presente, su sencillez y su calma, todo signos que no me hacían entrever el volcán de sensaciones al que me iba a llevar. Yo lo miraba y pensaba: ¿cómo debe ser estar en un cuerpo que no te corresponde?¿y encontrar constantemente las tocadas de narices por parte de los que no entienden nada de ésto?

También venían a mi cabeza pensamientos como: “uy, es muy joven para mí…pero qué guapo es, me gusta…”. Me daba mucho morbo, lo reconozco, y a la vez me hacía sentir que estaba al lado de un ser que tenía mucho en común conmigo. Seguramente había tenido que nadar a contracorriente y es muy posible que se hubiera sentido en algun momento o en muchos un bicho raro.

Y llegó Awol, mi amigo. También estaba por allí Alícia, la que iba a encargarse de masajearle, a quién también me encantaría dedicarle unas líneas pero lo haré más brevemente de lo deseado: destaco su dulzura contrastada con los signos evidentes de ser una mujer más curtida que el resto de las que trabajan en el centro donde nos atendió; sus pechos preciosos, sus ojos de mirada viva y fresca y la belleza de su cuerpo perfecto moviéndose sensualmente por encima de Awol.

Nos desnudamos y después de un breve baño en el jacuzzi nos tumbamos boca abajo a punto para viajar a los reinos del limbo. La sala era bonita y espaciosa, ofreciendo un ambiente suficientemente cálido.

Un aceite muy caliente entro en contacto con mi piel a través de las manos de Amets, primer gran placer y puerta de entrada. Empezó a recorrer mis piés y piernas mientras yo descubría mi posición priviliegiada al lado del espejo, objeto que me regalaría las imagenes más bonitas y sensuales que he visto nunca en vivo. Los dos maestros dedicándose a nosotros, entregándose por completo a mí y a Awol en cuerpo y alma.

Kamasutra lesbico

Siempre he sido bastante sensible, en todos los sentidos, para lo bueno y para lo malo, y por lo tanto el tacto de otra persona en mi piel me transmite muchas sensaciones y se me puede hacer gozar con facilidad con un masaje, pero con el primer contacto de las manos de Amets encima mío supe que la cosa iba a ser de nivel. Una presión perfecta, un ritmo exacto como para no dormirse ni inquietarse, una temperatura ideal y una actitud de entrega cién por cién, ésto es lo que tranquilamente me ofreció el maestro a lo largo de toda la sesión. Falta añadir la sensualidad que impregnó sus movimientos, de los cuales recuerdo el que me empezó a encender suavemente en ese comienzo, el que me introdujo de lleno en los caminos de la excitación. Lo realizó después de haber relajado mis piés y piernas por completo, cuando deslizo suavemente su pierna recorriendo el camino que quedaba de abertura entre las mías hasta llegar a mi sexo, que acarició con su rodilla.

Tantra-temple

Qué introducción más bonita y eficaz..!..añoré en ese momento que algunos de mis amantes no me hubieran dado preludios de ese tipo en nuestros encuentros en vez de meterme directamente su dedo en la vagina nerviosos, patosos e insensibles; odié la desconexión que había sentido con ellos y todavía estoy pataleando por lo duro que es darse cuenta de esta realidad, pero después de mi instante de pensamientos trágico-dramáticos empecé a respirar profundo de forma contínua. Ésto me permitiría abrir por completo todo mi ser a lo que estaba recibiendo, cosa que no me puedo permitir muy a menudo, y mientras yo me iba abriendo más y más Amets empezaba a restregar y deslizar como en un baile su cuerpo entero por el mío.

Aquí haría un punto y a parte para hacer honor al mayúsculo gozo que eso me provocaba, sobretodo al notar sus pechos grandes contra mi espalda.

Volví a mirar al espejo mientras Awol intentaba cogerme la mano.

Amets me invitó a girarme y me sentí un poco desprotegida, ya estabamos frente a frente, ya le ofrecía una parte de mi cuerpo el doble de sensible que antes, y ya llevaba un buen rato con mis respiraciones profundas, por lo que lentamente se fué despertando un curioso temblor en todo mi cuerpo, de excitación, miedo, placer…todo a la vez convertido en un terremoto que me recorría de piés a cabeza. Lo permití estar, no me peleé, Amets debía de estar flipando un poco conmigo, pero no, pensé que no le preocuparía porque mi rostro era de felicidad pura.

Otro punto y a parte cuando me masajeó los pechos, nadie me había tocado los pechos así.

 

Y sin prisa pero sin pausa llegó a la estimulación de mi clítoris y alrededores. De repente escuché la voz de Alicia a lo lejos; estaba a menos de un metro físico pero yo ya me había ido no sé a qué parajes remotos. Abrí los ojos y ví que Amets me miraba. Había detenido sus manos y se suponía que yo debía escuchar lo que estaba planteando Alícia.

“-¿Queréis terminar vosotros dos solos o con nosotros?.

Por suerte Awol deseó lo mismo que yo, seguimos en grupo y nos hicieron crecer el placer hasta llegar al orgasmo. Yo no llegué, mentí a mi maestro cuando me preguntó, pero cuando Awol estaba a punto le cogí fuertemente la mano y compartimos un momento muy cómplice, tierno y morboso.

Nos dejaron solos,pero en vez de fundirnos románticamente en un abrazo y quedarnos mirando el techo, como deben hacer la mayoría de las parejas que se pegan este lujo de masaje, tuvimos que bañarnos y vestirnos, cuestiones técnicas de la realidad de Awol, para quien el masaje había sido una experiencia más de las muchas que tuvo y tendrá en este terreno. No me importó, me sentía completamente llena y flotando en una inmensa nube, y le agradecí que no solamente me hubiera acompañado, sinó que me regalara el masaje.

Yo tuve que disimular un poco mi globazo, lo aparqué para saborearlo cuando tuviera la oportunidad y juré que le haría un buen homenaje a este tremendo maestro que conocí, con quien estuve soñando dormida y despierta unos cuantos días.

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Desde aquí gracias, Amets.

*Tantra Secret:

http://www.tantrasecretbarcelona.com/

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